
Robamos confites de una compoterita
Fue una cosita de nada, no pensamos...
Y después, claro.
Nos dimos cuenta sobre la hora,
porque venían volando unos cuantos pájaros
enojadísimos,con las panzas vacías,
y los ojos desorbitados, desorbitadísimos,
de todos colores.
¡Como los confites!